La imagen es la del final. Con los Pumitas, llenos de coraje y vergüenza, yendo en busca del milagro, de remontar una ventaja decisiva que habían tomado los galeses. Es que los chicos argentinos no se podían ir de este histórico Mundial M20 con la foto de los primeros 40 minutos del partido por el tercer puesto, cuando cayeron en un sinfín de penales y errores que, a la postre, resultaron decisivos para este test, pero no para una actuación global que rozó lo sobresaliente en muchos pasajes del torneo.
Con la frente bien en alto se fueron de Sudáfrica los chicos argentinos. Apoyando dos tries en los últimos 12 minutos, el segundo de una concepción extraordinaria, mezclando destrezas con coraje.
Pero Gales ganó bien (27-15) y el sueño del tercer puesto se esfumó, aunque eso no borra, de ninguna manera lo hecho por los Pumitas, que en el medallero terminaron arriba, por ejemplo, de Australia, Inglaterra, Francia e Irlanda.
El campeón fue Sudáfrica, el verdugo en las semifinales de los Pumitas. Los Baby Boks quebraron la hegemonía de Nueva Zelanda, al superarlo en la final por 22-16., también en la Catedral de Newlands, en Ciudad del Cabo.
El quinto puesto fue para Irlanda, que venció 18-7 a Francia, en un cotejo que arbitró Francisco Pastrana, TMO en la final. Y descendió Italia, que quedó último tras caer con Fiji 19-17.
Los Pumitas, como ya se escribió, jugaron unos olvidables primeros 40 minutos desde todo punto de vista. Nerviosos, imprecisos, cometieron una enorme cantidad de penales y hasta en un momento se quedaron con dos hombres menos por amarillas a Joaquín Camacho y Juan Cruz Guillemaín. Pero, además, tuvieron innumerables inconvenientes en el scrum. La desventaja en el score de 19-0 hasta resultó barata.
Pero mucho de eso se corrigió en el segundo tiempo. Sobre todo el scrum, que, a cambio, empezó a tirar para atrás a los galeses. Desde ahí creció el equipo. Con locura, salió a todo o nada, a golpe por golpe, y los chicos del Dragón sintieron el rigor.
Con los Pumitas arrancando la remontada (3-19), el capitán Sebastián Poet falló un penal factible que, a la larga, fue clave, porque después el equipo volvió a caer en un bache que Gales aprovechó con otros dos penales del wing Tom Prydie (7 de 8; yerró el último) para poner lo que parecía un lapidario 25-3.
Pero los chicos argentinos se volvieron a ir al humo de los galeses. Primero marcaron un try con una corajeada de Facundo Isa, después de un muy buen movimiento con los forwards a través del maul, que fue lo que mejor funcionó. Y, cuatro minutos después, a los 32, una jugada de toda la cancha, con varios pases-pared, que terminó con Juan Cappiello zambulléndose en el ingoal.
Los Pumitas siguieron buscando el milagro, pero no había tiempo. Sí lo había para que se fuesen de este Mundial como lo merecían. Con todos los aplausos. Con ellos, el rugby argentino tiene futuro.
Crédito Fotos: Shaun Roy/UAR